Homínidos de Atapuerca
viernes, 13 de noviembre de 2015
viernes, 6 de noviembre de 2015
viernes, 30 de octubre de 2015
Salud y enfermedad de los homínidos
Se han observado y descrito diferentes patologías en la muestra de la Sima de los Huesos. Entre ellas destaca la alta prevalencia de artropatía degenerativa temporomandibular, que afecta, en ambos lados, a casi todos los individuos de la muestra. También es notable la presencia de una severa hiperostosis del conducto auditivo externo bilateral en el Cráneo 4, que redujo notablemente, quizá hasta la sordera, las capacidades auditivas de dicho individuo. El individuo representado por el Cráneo 5 padeció una severa afección, ocasionada por la fractura en vida de una pieza dentaria. La gravedad de esta afección es tal que no puede descartarse que causara una septicemia y fuera la causa de la muerte. Otro tipo de patología de gran interés lo constituyen los traumatismos de los que sólo existen evidencias en diferentes restos craneales. En la bóveda de los cráneos 4, 5, y 6 se encuentran señales y cicatrices de ligeros traumatismos (pero numerosos, especialmente en el caso del Cráneo 5).Uno de los aspectos más interesantes sobre la salud de la población de la Sima de los Huesos es su preocupación por la higiene dental. En efecto, en el cuello de numerosos premolares y molares de la colección se ha observado la presencia de unos surcos de desgaste producidos por el paso habitual de un objeto duro entre las piezas dentales. El uso de esos "palillos" tendría la misión de limpiar los espacios interdentales, pero quizás pudo tener también un propósito terapeútico.
Diferencia entre hombres y mujeres homínidos
Aunque el equipo de la Sima de los Huesos ha descubierto que las caderas de aquellos humanos son muy diferentes a las del hombre moderno, también se reconocen algunos de los caracteres ligados al sexo y, por lo tanto, es posible deducir si una pelvis determinada perteneció a un hombre o a una mujer. No obstante, en la Sima de los Huesos el mayor número de determinaciones sobre el sexo de los homínidos se ha obtenido, una vez más, a partir de los dientes. El mejor criterio diagnóstico para la determinación del sexo de los dientes es el tamaño. Sin embargo, existe bastante solapamiento entre las muestras masculina y femenina, de modo que sigue habiendo un alto porcentaje de piezas alofisas (de determinación sexual dudosa). Los resultados obtenidos por el equipo de investigación en estos estudios arrojan los siguientes resultados sobre la composición, por sexos, de la muestra: de los 28 individuos localizados en el yacimiento de la Sima de los Huesos, se han identificado 12 hembras, 9 varones y 7 individuos de sexo desconocido.
Primeros yacimientos
Como queda dicho, el yacimiento quedó expedito de sedimentos alterados durante la campaña de 1991. Desde entonces se interviene en niveles in situ, en los que se han rescatado más de 6.000 fósiles humanos. Entre ellos destacan los tres cráneos hallados en 1992: el Cráneo 4 (una calota nombrada Agamenón, en honor al Rey de los Aqueos conquistadores de la ciudad de Troya), el Cráneo 5 (se trata del cráneo mejor conservado del registro fósil de los homínidos, que fue nombrado como Miguelón en honor del Rey del Tour de Francia, el ciclista Miguel Indurain) y el Cráneo 6 (un cráneo bastante completo correspondiente a un individuo adolescente). También merece ser destacado el hallazgo de una pelvis muy completa, rescatada en 1994 (se trata de la Pelvis 1, nombrada como "Elvis", en honor al Rey del Rock´n´Roll).
viernes, 23 de octubre de 2015
La excavación para encontrar los primeros homínidos
La Sima de los Huesos reunía unas especiales condiciones que dificultaban enormemente la excavación. Durante décadas este lugar había sido visitado frecuentemente por aficionados, que removieron los niveles superiores del depósito a la búsqueda de fósiles de oso. Estas actividades rompieron y mezclaron numerosos huesos de oso y humanos. Otros factores que dificultaban grandemente la excavación eran la gran distancia del yacimiento a la actual entrada del sistema cárstico de Cueva Mayor, a más de seiscientos metros del yacimiento, así como el enrarecido aire del mismo.
Estas razones hicieron que la excavación sistemática en este yacimiento no pudiera comenzar hasta la campaña de 1984, aunque antes, en 1983, se había realizado una muestra que había proporcionado un par de dientes humanos fósiles.
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